Otro enfoque para los estudios paleontológicos podría llamarse el “bombardeo de los dinosaurios”.
El término proviene de los biólogos que organizan bioblitzes. En un bioblitz, los voluntarios se reúnen para recolectar todas las muestras biológicas posibles de un hábitat específico en un período definido. Por ejemplo, los bioblitzers podrían organizarse un fin de semana para recolectar muestras de todos los anfibios y reptiles que se encuentran en un valle montañoso.
En una expedición de dinosaurios, la idea es recolectar la mayor cantidad posible de fósiles de una sola especie de dinosaurio de un yacimiento fósil específico o de un período específico. Al reunir una muestra grande de la especie, los paleontólogos pueden buscar cambios anatómicos a lo largo de la vida de sus miembros.
Los resultados de una expedición de dinosaurios, anunciada en el verano de 2010, conmocionaron al mundo de los cazadores de dinosaurios. También provocaron un debate que aún perdura.
Durante más de cien años, los paleontólogos habían trazado dos ramas distintas en el árbol genealógico de los dinosaurios: una para el Triceratops y otra para el Torosaurus. Si bien existen diferencias entre ambos, comparten muchas similitudes. Ambos eran herbívoros. Ambos vivieron durante el Cretácico Superior. Ambos presentaban volantes óseos, a modo de escudos, detrás de la cabeza.
Los investigadores se preguntaron qué podría revelar un bombardeo de dinosaurios sobre criaturas tan similares.
Durante un período de diez años, en la región rica en fósiles de Montana conocida como Formación Hell Creek se buscaron huesos de Triceratops y Torosaurus.
El cuarenta por ciento de los fósiles provenían de Triceratops. Algunos cráneos eran del tamaño de pelotas de fútbol americano. Otros, del tamaño de autos pequeños. Y todos murieron en diferentes etapas de su vida.
En cuanto a los restos de Torosaurus, dos hechos sobresalían: primero, los fósiles de Torosaurus eran escasos, y segundo, no se encontraron cráneos de Torosaurus inmaduros ni juveniles. Todos los cráneos de Torosaurus eran cráneos de adultos de gran tamaño. ¿Por qué? Mientras los paleontólogos reflexionaban sobre la cuestión y descartaban una tras otra, llegaron a una conclusión ineludible: Torosaurus no era una especie de dinosaurio independiente. El dinosaurio que durante mucho tiempo se ha llamado Torosaurus es la forma adulta final del Triceratops.
La prueba se encontró en los cráneos. Primero, los investigadores analizaron la anatomía macroscópica de los cráneos. Midieron cuidadosamente la longitud, la anchura y el grosor de cada cráneo. Luego, examinaron detalles microscópicos como la composición de la textura de la superficie y pequeños cambios en los volantes. Su examen determinó que los cráneos de Torosaurus habían sido "profundamente remodelados". En otras palabras, los cráneos y los volantes óseos de Torosaurus habían sufrido grandes cambios a lo largo de la vida de los animales. Y esa evidencia de remodelación era significativamente mayor que la evidencia incluso en el cráneo más grande de Triceratops, algunos de los cuales mostraban signos de cambio.
En un contexto más amplio, los hallazgos del dino-blitz sugieren fuertemente que muchos dinosaurios identificados como especies individuales pueden en realidad ser sólo una especie.
Si estudios posteriores respaldan la conclusión de que Torosaurus se convirtió en un Triceratops adulto, esto significará que los dinosaurios del Cretácico Superior probablemente no fueron tan diversos como muchos paleontólogos creen. La existencia de menos especies de dinosaurios implicaría una menor adaptación a los cambios ambientales o que ya estaban en declive. En cualquier caso, los dinosaurios del Cretácico Superior habrían tenido mayor probabilidad de extinguirse tras un evento catastrófico repentino que alterara los sistemas climáticos y ambientales de la Tierra que un grupo más diverso.
——— De Dan Risch
Hora de publicación: 17 de febrero de 2023